Del yo al nosotros
 
     
   


Diciembre 2018

Todos venimos de un grupo, de un núcleo familiar, de una familia extensa, de un deseo compartido. Pero al nacer tenemos tanto trabajo para constituirnos en personas, que necesitamos poner todos los esfuerzos en estructurarnos, en situarnos, en conocer y conocernos. Hemos de “criar” al “yo”, auparlo, darle alas. Y a partir de esos primeros momentos centrados en nosotros mismos, podremos más adelante mirar alrededor, descentrarnos paulatinamente y empezar a poner interés en los demás. El proceso es estable y no hay que urgirlo. En todo caso acompañar su transcurso, ponerle palabras y presencias, esperar su evolución.