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Marzo 2021
La fragilidad y el desvalimiento de los
niños pequeños es enorme y la manera que tienen de
afrontarlos es apegándose fuertemente a quienes los
cuidan y los crían. Así que cuando nuestro niño empiece
a extrañar a quienes no conoce, hemos de recibir
con gusto sus reacciones de temor, porque equivalen a
pensar que ya nos reconoce, nos quiere y nos elige. Y
esas son muy buenas noticias.
Sólo habrá que esperar un poco, armarse
de calma y acostumbrarse a poner palabras a las diversas
situaciones cotidianas para que el bebé vaya
comprendiendo que no tiene de qué alarmarse, y para que
aprenda que tolerar la presencia de personas
desconocidas, de situaciones nuevas y de pequeñas
ausencias de sus figuras de seguridad, no supone ninguna
catástrofe.
¡Extrañar es bueno!
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